Una de las cosas que hacen de Papoula un lugar especial es que somos internacionales. La mitad de nuestros niños han nacido en el extranjero o son hijos de mamis nacidas en otros países. Y esto no es bueno solo por que nuestr@s peques están totalmente acostumbrad@s a escuchar hablar en francés, inglés o alemán, ni tampoco por que tenemos la oportunidad de hacer actividades en otros idiomas distintos al castellano todas las semanas. Es que además nos permite celebrar las fiestas de otros países, y este mes de febrero tocó la fiesta de los crepes.
Anne, se armó de valor y vino al espacio a enseñarnos a hacer crepes. Fue una actividad interesante y deliciosa. Ya os podéis imaginar lo que almorzamos ese día, además de fruta.